Esta es la historia de un sueño cumplido.
De chiquito no se si por mi afán por tener algo mas de plata para comprarme mas huevitos kinder, o como un remedio para mi hiperactividad, siempre quise trabajar de algo.
De chiquito no se si por mi afán por tener algo mas de plata para comprarme mas huevitos kinder, o como un remedio para mi hiperactividad, siempre quise trabajar de algo.
Constantemente le pedía a mi papa que me de trabajo o me consiga algo. Un día en la playa, entre cansado por mis estupidos reclamos y como para bromearme mi viejo me dijo que me iba a poner a trabajar como heladero/ cocalero en uno de los puestitos en la playa. Vaya a saber uno porque, yo estaba encantado. Inclusive tuvo la audacia de ante mis incrédulos ojos preguntarle al señor cocalero si yo podía trabajar, a lo que el hombre con muchos veranos a cuestas, supo camuflar su afán monopolista, con una retalia de excusas y comentarios como aaa pero la bolsa pesa mucho, o hay que caminar muuy lejos … Con solo 6 o 7 inviernos encima no tuve otra opción mas que acatar el veredicto del destino. Pero ahora 13000 kms lejos de casa pude cumplir mi sueño!. Y si ahora dedico mis tardes en Sydney a vender aguitas en la playa. Y para los no-creyentes tengo las fotos como prueba:
Me costo 20 años, en este tiempo me fui preparando arduamente caminando de acá para allá en el centro, y cargando mi bolsito de jockey cuando tocaba moverme en tren; pero ahora entiendo cuando el Sr. Cocalero haya por los ’80 se excusaba con que la mochila pesa y hay que caminar mucho. Después del primer día terminamos con las piernas agarrotadas de caminar en la arena, y la espalda adolorida del bolso, pero es una buena oportunidad para cambiar el tono reflectivo de mi piel, por un bronceado un poco mas agradable a la vista, y de paso disfrutamos de las lindas chicas (era falso el dicho del famoso ‘’tanque australiano’’ queridos amigos ¡).
La verdad que Sydney es una ciudad linda, y mas porque veníamos acostumbrados a las ciudades ‘’chicas’’ de Nueva Zelanda, todas ordenaditas y en general aburridas. Sydney fue un buen cambio y muy recomendable para visitar si algún día tienen la oportunidad. A primera vista nos resulto muuy parecida a Baires (si la verdad que se extraña la ciudad de la furia y la vemos en todos lados), pero con otros aires y mas canguros.
Aun al 28/10 no nos deportaron, y además del laburito de coca colero pegamos algunas changas en construcción/ demolición y además parece que la semana que viene tenemos trabajo de ayudantes de santa, poniendo arbolitos de navidad por la ciudad, como para hacer algo con el temita este del mal karma y demás vio.
El plan de viaje es aguantarnos trabajando hasta fines de este anio por estos pagos, viajar por Australia unos dias y en los primeros dias de Enero 2009, rajar para Asia. Por lo pronto yo ya compre mi pasaje de ida. Realmente no se si me alcanzara la plata para volver, asi que les voy pasando mi numero de cuenta para los que quieran hacer su aporte a la solidaridad.
Un abrazo grande a todos ¡